¿Sabes escuchar las señales de tu cuerpo?

Duermes y duermes pero aun te sientes cansado? Ya intentaste 20 remedios diferentes para la gastritis? Vives con el vientre inflamado? Sufres de dolores de cabeza constantemente? Te enfermas con frecuencia? Subes de peso y ni siquiera comes mucho? Te falta la energía necesaria para aprovechar los días ya sea en el trabajo o en casa?

Todas estas son señales de tu cuerpo. ¿Lo estas escuchando?

Vivimos tan preocupados queriendo “aprovechar” todo que todo lo hacemos rápido, comer, trabajar, hablar, incluso hacer ejercicio y hasta nuestros momentos de descanso los ocupamos para todo menos para eso… descansar. Cuando comenzamos a sentirnos mal, acudimos a una pastilla o tratamiento que nos cure, una dieta que nos haga bajar de peso rápido o una rutina que nos marque el abdomen en el menor tiempo posible.

No es tan común que cuestionemos nuestros hábitos y busquemos con honestidad la fuente de nuestros males. Empecemos con cambiar ese foco de atención a lo que pasa en el exterior y dirijamos nuestra mirada hacia que es lo que pasa dentro.

Escucha tu cuerpo, es mucho mas sencillo de lo que parece. Bájale el volumen a los pensamientos y date cuenta si lo que tu cuerpo te pide es descanso, actividad, desconectarse, reponerse, nutrirse o regenerarse.

3 Sencillos tips para empezar a darle atención al mayor y mejor recurso que tienes para vivir esta vida: tu propio cuerpo.

Alimentación. En todos lados has escuchado y desde niños nos lo repitieron. Come bien.

Comer bien implica alimentarse, no solamente llenar la panza, no solamente satisfacer antojos, no solamente llenar vacíos existenciales con dobles frappucinos. Tu cuerpo necesita variedad, desde la pirámide nutricional, hasta el plato del buen comer son ejemplos de como puedes alimentarte. Si estas a dieta cuida tus porciones, no porque vivas de ensalada bajaras mas rápido de peso. Si no puedes incluir verduras y frutas en las comidas, intenta tomando jugos y licuados.

Ejercicio.

Mas allá de los beneficios a nivel cardiovascular, metabolismo e inclusive la vanidad de tener un cuerpo fuerte imagina lo siguiente: Si pudieras contabilizar cada uno de los pensamientos, imágenes, ideas, conversaciones, y todo el movimiento que segundo a segundo se genera en tu cabecita, ¿cuantos kilómetros habrías recorrido en un día?

El cuerpo necesita movimiento, no solo la mente.

Nutriendo el alma.

Así como las células de tu cuerpo necesitan comida para regenerarse, obtener energía y funcionar. Hay algo mucho mas profundo, invisible, real e igual de importante que necesita atención, cuidado y nutrición. Tu alma, espíritu, esencia, como quieras llamarle, ese algo que hace que TU seas solo TU. Esa unidad intangible pero generosa necesita que le des espacio, es aquella parte que disfruta ver el cielo, las estrellas, la luna, las gotas de la regadera cuando te estas bañando, que goza los sabores de la comida, que disfruta ver sonreír, que puede maravillarse una y otra vez de las mismas cosas. Y para darle esto a tu alma, solo necesitas una cosa: tiempo.