Desde niño me gustaba cuestionar. Para fundamentar mis argumentos fui un ávido lector, así encontré la Filosofía del Yoga. Estas enseñanzas resonaron en mí gracias a su simplicidad y a que exhibían una forma de ver la vida con libertad y sin juicios. Mi entrada a la práctica física vino más tarde, poco antes de entrar a la universidad. La parte física fue el complemento perfecto para adentrarme en los aspectos más profundos, donde suceden los cambios.

He pasado por ashrams de Kundalini, por talleres y cursos de Hatha Yoga, Ashtanga, Vinyasa Krama, Jivamukti, Iyengar, Yoga Restaurativo, Power Yoga, Tripshichore, YogicArts, Hot Yoga y Air Yoga. Solo puedo decir que todo es parte de lo mismo y que cada estilo puede servirte según el momento de vida y las circunstancias que te rodean.

¿Qué Yoga te sirve mas? El que puedes hacer ahora mismo.

Pasaron casi 15 años desde que tomé el primer libro de Yoga hasta que abrí la puerta de la primer escuela a mi cargo. A partir de ese momento, en 2008, no he dejado de compartir las enseñanzas del Yoga formando cientos de alumnos, muchos de los cuales se han convertido en maestros activos y comprometidos.

Yoga es la vida misma, mas allá de las posturas que puedas hacer, es el disfrute de los cambios; en cada inhalación tomas, en cada exhalación entregas.

He trabajado junto a Jorge Espinosa por más de 10 años en Centro Kiai, actualmente me encuentro a cargo de Nirá Yoga con Chayo Guerrero y participo activamente en el desarrollo de Laiyla.

¡Pregúntame lo que quieras!